El juez Claudio Bonadio sobreseyó a funcionarios de la AFIP que habían sido acusados de violar secretos fiscales de contribuyentes y dio un giro de 180 grados en la causa. Ahora, el principal cuestionado es el diputado Rodolfo Tailhade, sospechado de haber plantado las pruebas.

Cuatro funcionarios del ente recaudador Eliseo Devoto, Jaime Mecikovsky, Adriana Raggi y Alejandro Gustavo González habrían sido víctimas de una denuncia falsa que formuló Tailhade junto al abogado Alejandro Sánchez Kalbermatten. El primero que tomó la causa fue el juez Luis Rodríguez, pero al tiempo se declaró incompetente. Ahí es cuando el caso recayó en Bonadio.

La acusación del diputado kirchnerista la hizo en marzo de 2016. En el escrito había dicho que dentro de la AFIP había «una estructura» que estaba armada para «violar el secreto fiscal de numerosos contribuyentes» para que luego «(Elisa) Carrió haga presentaciones y denuncias en distintas causas judiciales».

Tailhade sostenía que había un correo electrónico que le había llegado a su casilla de la Cámara de Diputados, en el que había recibido la información que llevó a la Justicia. El problema para el legislador empezó cuando la Justicia descubrió pruebas de que los datos fueron plantados. Peritos informáticos determinaron que en una notebook de la esposa de uno de los acusados habían insertado archivos para incriminar a los denunciados.

Cuando la AFIP sobreseyó a los cuatro acusados por Tailhade, uno de ellos, Mecikovsky presentó una denuncia penal para investigar quién metió esos archivos en su computadora.