El presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, aseguró que el país no se convertirá en un «campo de inmigrantes», en un duro discurso sobre la política de «tolerancia cero» en las fronteras, que podría separar a padres e hijos indocumentados cuando crucen de México.
Desde su llegada a la Casa Blanca, el magnate republicano puso este tema dentro de sus prioridades. Su mensaje también incluye a los refugiados que llegan al continente norteamericano en búsqueda de una nueva oportunidad.
Para Trump, los responsables de la inmigración clandestina en Estados Unidos son los dirigentes del Partido Demócrata. Según él, los legisladores opositores mantuvieron una legislación «horrible». «Si se sentaran en la mesa para negociar, podríamos solucionarlo muy rápido. Pero en vez de eso, juegan a la política«, cuestionó.
En su discurso, el Presidente sostuvo que no quiere repetir «los errores» del Viejo Continente en este problema. «Miren lo que está pasando en Europa, no podemos dejar que eso pase en nuestro país, no mientras yo esté a cargo. Queremos seguridad», agregó.
Tal cual anunció ,el presidente de los EEUU, ya son más de 1600 niños migrantes separados de sus padres en la frontera sur de Estados Unidos. Los más pequeños tienen menos de 4 años y los centros donde deben esperar durante quién sabe cuantos días, se asemejan más a un depósito de jaulas que a un albergue pensado para recibir niños.
«Nosotros queremos terminar con este proceso en el que los niños sean trasladados por lugares peligrosos. Si quieren pedir asilo, que pasen por los puntos de entrada. Así debe hacerse», dijo Trump.
Fuente TN