La comitiva económica del Gobierno que viajó a Washington trabaja en la negociación de un préstamo stand by con el Fondo Monetario Internacional (FMI). La celeridad de las conversaciones busca que, antes de fin de mes, se concrete el respaldo financiero.
La intención del Gobierno es contar, al menos, con US$ 30 mil millones que le permita respaldar al mercado cambiario y evitar un nuevo salto del dólar. Para ello, no solo el FMI acercará los fondos sino que también serán parte otros organismos multilaterales como el Banco Mundial, el BID y la CAF.
En la Casa Rosada consideran que de esa forma quedará totalmente superada la turbulencia cambiaria y podrán encauzar la política económica con miras a consolidar un crecimiento en este 2018, aunque inferior al esperado, según trascendió.
El acuerdo con el Fondo destrabaría, además, fondos frescos de otros organismos, que podrían aportar unos US$ 5.000 millones adicionales.
Así, la gestión de Mauricio Macri aspira a redondear un apoyo que rondaría los U$S 35.000 millones, por encima de las necesidades financieras hasta el final del mandato presidencial en diciembre de 2019. A su vez, y como un gesto político, el Presidente se cruzará con la titular del FMI, Christine Lagarde, durante la próxima semana, en el marco de la reunión del G7 en Canadá. Se espera que ahí se reúnan y conversen sobre el curso de las negociaciones.
De esta forma, al garantizar los pagos de deuda, el Gobierno considera que volverá la paz cambiaria y podrá concentrarse en la lucha contra la inflación, uno de los dolores de cabeza de la gestión de Cambiemos.
El Gobierno necesita unos U$S 31.000 millones de dólares para completar las necesidades financieras hasta fines del año próximo, aunque los recortes que se vienen anunciando reducirían esas obligaciones por debajo de los U$S 30.000 millones.
Eso le permitiría al ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, prometer un déficit fiscal por debajo del 2,5% del Producto Bruto para este año, y del 1,5% para el 2019, con el fin de tranquilizar a los mercados.
