Los 12 chicos rescatados en Tailandia tras haber pasado 18 días atrapados en una cueva siguen recuperándose en el hospital de la traumática experiencia. Los adolescentes poco a poco comienzan a conocer la historia completa de su rescate y se enteraron que uno de los buzos que participó del operativo previo al salvataje murió.
El 6 de julio, Saman Kunan, un buzo que había estado en la marina tailandesa y que trabajaba como voluntario en el rescate, falleció cuando intentaba establecer una línea de suministro de oxigeno con la cavidad donde estaban bloqueados los niños. Los psicólogos decidieron no revelarles la noticia hasta este sábado, una vez hubieron recuperado fuerzas.
«Todos lloraron y expresaron su pésame escribiendo mensajes en un dibujo del capitán de corbeta Saman e hicieron un minuto de silencio por él», dijo en un comunicado el secretario del ministerio de Sanidad.
Saman Kunan, triatleta y buzo, había dejado el ejército en 2006 y trabajaba en el aeropuerto de Suvarnabhumi, en Bangkok. Cuando los niños se quedaron encerrados se presentó voluntario para participar en el rescate. Su mujer les ha pedido a los chicos que no se culpen de su muerte.