La causa de los cuadernos de las coimas se ramificó desde que se conoció que Roberto Baratta recolectaba y distribuía bolsos con dinero en oficinas y departamentos. A partir de su explosión, se sucedieron allanamientos, aparecieron empresarios y exfuncionarios arrepentidos y se multiplicaron las declaraciones en la Justicia que aseguran que se repartían sobornos provenientes de la obra pública.

Otro chofer, como Oscar Centeno, se quebró. Se trata de quien trabajó durante un tiempo junto a José María Olazagasti, exfuncionario de Julio De Vido, quien le reveló al senador Roberto Costa que pasó valijas con dinero de una base militar.

Según lo que el legislador comentó el chofer aseguró que Olazagasti «se movía con una valija negra con dolares» y «recorría hoteles». Además comentó que varias veces fueron al convento en el que José López intentó resguardar 9 millones de dólares que tenía en bolsos.

El hombre que manejaba el auto en el que se movía Olazagasti le dijo a Costa que le ofrecieron 500 mil dólares por su silencio, se los dejaron varios días en su auto. Él no aceptó y renunció. En la presentación que el senador confirmó que hará este martes en el juzgado de Claudio Bonadio, se asegura que el exfuncionario K tenía a su disposición una flota de 100 autos del ministerio y remises tercerizados a través de una empresa de San Fernando.