El Gobierno, a través del ministro de Justicia, pidió sorpresivamente que Cristina Kirchner no vaya presa. Y Elisa Carrió estalló: tanto que ya instruyó a sus colaboradores para que preparen un juicio político contra Germán Garavano.
«No es bueno que se pida la detención de un ex presidente», dijo Garavano en nombre del Gobierno al hablar de la situación judicial de Cristina Kirchner. Y agregó: «No parece bueno el desafuero y la detención (de la ex mandataria), siendo que puede brindar explicaciones en el marco de un juicio oral, pero eso es algo que debe resolver la Justicia y el Senado».
El ministro sostuvo que «hay un uso errático y excesivo de la prisión preventiva». Y remarcó: «Nunca es una buena herramienta, lo ideal es que las causas lleguen a juicio oral rápidamente».
«Argentina es un país que ha tenido un uso errático de la prisión preventiva y en donde no se han fijado normas claras. No es una herramienta buena, sobre todo cuando son prolongadas, y acá se hizo un abuso», sostuvo Garavano. Y amplió: «La prisión preventiva es una medida excepcional que hay que usar restrictivamente».
La respuesta de Carrió no tardó en llegar. «Estos dichos de Garavano son una vergüenza para la República y la división de poderes. Puede estar emparentado también con la impunidad de Menem en la Cámara de Casación. Si esto es así es pasible de juicio político», fue el mensaje en sus redes sociales.
La diputada se ocupó de que trascendiera que ya instruyó a sus colaboradores para que preparen un juicio político contra Garavano.
Fuente Infobae