A pesar de que el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, calificó como una victoria los resultados de las elecciones legislativas, del día miércoles se mostró muy molesto durante una conferencia de prensa. A tal punto que mantuvo una acalorada discusión con un periodista de la CNN, al que trató de «irrespetuoso». Horas más tarde, el Gobierno confirmó el reportero tiene prohibida la entrada a la Casa Blanca.
En un tuit publicado por la vocera oficial del magnate, Sarah Sanders, confirmaron que el periodista tiene revocada de manera indefinida su acreditación. Como argumentos, sostuvieron que la conducta del periodista fue «inaceptable» y lo acusaron de haber «puesto sus manos» sobre una joven becaria que intentó quitarle micrófono.
El cruce con el periodista se dio durante una conferencia de prensa después de las elecciones de mitad de término. A pesar de que los resultados indicaron que Trump perdió la Cámara de Representantes, ya que ahora tienen mayoría los demócratas, el jefe de Estado calificó los comicios como una victoria de los republicanos, que solo mantuvieron el poder del Senado.
El periodista de la CNN le cuestionó al Presidente sus declaraciones sobre la caravana de centroamericanos que se dirige a los Estados Unidos en búsqueda de asilo. Y le preguntó si no creía que estaba «demonizando» a los inmigrantes. En pocos segundos, Trump se mostró muy molesto por las preguntas.
Pero el continuó con su argumento y le recordó que durante la campaña había utilizado imágenes de inmigrantes escalando los muros fronterizos. Una de ellas fue censurada por la propia CNN, NBC y hasta Fox News por considerarla racista.
«Las imágenes son verdad. ¿O acaso cree que eran actores? No han venido de Hollywood», le respondió con ironía el Presidente. Ante la insistencia del periodista sobre esta política, Trump lo interrumpió. «Francamente, deberías dejarme gobernar el país«, aseguró molesto.
Cuando el periodista intentó cambiar de tema y preguntarle por la investigación judicial sobre el papel de Rusia en las elecciones presidenciales de 2016, el magnate enfureció aún más. Alrededor de seis veces le dijo que «era suficiente» y le pidió que se callara. Hasta ordenó que se sentara y que le quitaran el micrófono para continuar con otros periodistas.