El primer mandatario provincial Sergio Uñac fue el encargado de habilitar el puente, junto al vicegobernador Marcelo Lima, el intendente Franco Aranda, funcionarios de su gabinete y numeroso público que aguardaba con mucha expectativa el momento.
El puente, que evoca las antiguas construcciones ferroviarias, es el primero de una serie de cuatro estructuras destinadas a vincular el eje Cívico Cultural, constituido por los centros Conte Grand y de Convenciones, el Parque de Mayo, el museo de los dinosaurios y el Auditorio Juan Victoria, además del Teatro del Bicentenario y el Centro Cívico.
Al dirigir la palabra a los presentes, el gobernador Uñac hizo alusión primeramente a la ex Estación San Martín: “Esa misma terminal ha sido testigo de que los sanjuaninos hemos logrado generar un consenso, o una articulación de disensos donde lo más importante es la comunicación. Podernos comunicar y no solamente pensar de la misma manera. Para eso están los puentes, para unir a quienes piensan de una manera con quienes piensan lo contrario, porque quien pensaba que no estaba bien el puente lo seguirá pensando y quienes opinábamos que estaba bien, lo seguiremos pensando”.
“Esta construcción no quitará que sea un lugar de encuentro; encontrar un camino de articulación de las cosas que nos hacer sentir que habitamos una provincia moderna”, añadió Uñac.
“No queremos ser solamente una provincia que esté orgullosa de su agricultura, de la vitivinicultura o la olivicultura; no sólo de su industria, de su minería, de su comercio ni de la gran obra pública. Vamos a ser una provincia que abrirá un nuevo nicho de negocios y para eso estamos trabajando fuertemente, para que al turista, como en cualquier otra provincia, no sólo lo recibamos sino que sepamos atenderlo y ofrecerle distintas alternativas” remató el gobernador.
El puente se diseñó con el concepto de no ser una vía de paso sino un atractivo más en el recorrido, generando un mirador urbano sobre la calle José Ignacio de la Roza, también conocida como avenida Central.
La ficha técnica de las obra destaca que se diseñaron dos cerchas de acero, con reminiscencia a los puentes ferroviarios. Las estructuras metálicas tubulares forman un conjunto morfológico-urbano emblemático, que además de contribuir positivamente a la movilidad constituya un hito que complete el conjunto Centro Cívico-Teatro.
Se buscó una posición que no afectara el edificio ni la traza de la reciente Plaza del Bicentenario, logrando una mayor interacción entre puente y futuros estacionamientos subterráneos previstos y un carácter peatonal más vinculado con la traza urbana.
Con los conceptos de iluminación aplicados se obtendrán efectos de luz y color que aumentan o disminuyen su intensidad acorde a la hora y uso.
Los tramos sobre la calle logran un gálibo de 5,14 m de altura. El piso del puente lo constituye un entablonado de madera dura de alta resistencia y bajo mantenimiento que asegura un solado seguro y de gran calidez a la vista.
Las rampas de acceso se envuelven en taludes verdes que generaran una continuidad de vistas y niveles a recorrer.
El puente cerrará el circuito formado por los proyectos del Parque de Mayo. Con la construcción de los otros puentes constituirá un sistema peatonal que permitirá transitar sin interrupciones desde el Teatro del Bicentenario hasta el Predio del Museo Titanes de Ischigualasto y desde la calle España hasta la calle Urquiza. Esto permitirá relacionar una importante cantidad de hechos urbanos, que tienen que ver con la cultura, la educación, el deporte y la administración pública.