En medio de una fuerte tensión internacional, Nicolás Maduro inicia hoy su segundo periodo como presidente de Venezuela. La ceremonia de asunción se realiza luego de las advertencias de la mayoría de sus vecinos regionales, incluido Estados Unidos, que emprenderán una ofensiva diplomática contra la cúpula chavista para forzar la celebración de unas nuevas elecciones.
Pero el líder socialista lejos de mostrarse dispuesto a negociar redobló la apuesta. El miércoles, Maduro le dio 48 horas de plazo a los países del Grupo de Lima para que rectifiquen sobre la declaración que hicieron de la crisis política y el diferendo limítrofe entre Venezuela y Guyana, y advirtió que si no lo hacen tomará medidas diplomáticas“más crudas y enérgicas».
El mandatario adelantó que estaría dispuesto a apoyar a la Asamblea Nacional Constituyente, compuesta en su totalidad por integrantes afines al Gobierno, si ésta decidiera cerrar el Parlamento y llamar a nuevas elecciones.
En el país petrolero, normalmente el ascenso al Palacio de Miraflores (sede del Poder Ejecutivo) se realiza en el marco de una ceremonia en la Asamblea Nacional ante una nutrida representación internacional. Esta vez, es muy distinto, luego de que los resultados de las elecciones presidenciales del pasado 20 de mayo no fueran reconocidos por gran parte de la comunidad internacional.
En esos comicios, Maduro ganó con un 67 por ciento -más de seis millones de votos-, el número más bajo que obtuvo el chavismo desde la llegada al poder de Hugo Chávez, hace ahora dos décadas.
En la asunción de Maduro no hay mucha presencia de mandatarios extranjeros. Del ámbito regional, solo asistirán los presidentes de Nicaragua, Daniel Ortega; Cuba, Miguel Díaz-Canel; Bolivia, Evo Morales; y El Salvador, Salvador Sánchez Cerén, el eje bolivariano, que se ha desintegrado por el cambio de signo político de América Latina.
Trece de los catorce países que forman el Grupo de Lima, creado para buscar una solución a la crisis en Venezuela, no asistirán. Se trata de Argentina, Brasil, Canadá, Chile, Colombia, Costa Rica, Guatemala, Guyana, Honduras, Panamá, Paraguay, Perú y Santa Lucía.
México, el otro integrante del Grupo de Lima, enviará al encargado de negocios de su Embajada en Caracas, marcando distancias aunque sin romper lazos, con Maduro.
Fuente TN