Eric Leonardo Guevara nació hace 25 años en la Ciudad de San Juan y creció en el barrio Foecyt de Pocito, cerca de la capital. Hace dos años eligió tener una vida lejos de su terruño y comenzó sus estudios y formación militar en la Escuela de Suboficiales de la Armada (ESSA) al sur de la provincia de Buenos Aires. Recién egresado, cumple servicio este año en el logístico ARA “Patagonia”, unidad de la Flota de Mar.
Puerto Belgrano- Hacia fines del año pasado, Eric Guevara egresó como Cabo Segundo Maquinista, especializado en Sistemas de Control. Su vida es una de las tantas historias que comienza su singladura por el mar de oportunidades que representa la Armada Argentina.
Eric explica que desde temprana edad fue atraído por los motores y sus misterios. “Me encanta la mecánica. Mi mamá siempre me cuenta que de chico todo lo que me compraban que tuviera un sistema o un motorcito, yo lo desarmaba”. Finalizó sus estudios secundarios en administración contable en la Escuela Técnica N° 6 (EPET) y esta motivación fue decisiva para definir su rumbo en la ESSA.
“Acabo de egresar y la verdad pensé en estudiar algo técnico, me asignaron maquinista en sistemas de control y estoy muy orgulloso con la especialidad. No puedo estar más contento”, expresó, y continuó el relato de cómo hizo su camino lejos del hogar y de las inclinaciones profesionales que existen en su familia.
“Ingresé en 2017 en la ESSA e hice primer y segundo año. Yo no tengo familia militar, en su momento me enteré de la carrera militar por una presentación: la Delegación Naval de mi provincia llegó a mi escuela y cuando vi el uniforme de ellos me llamó la atención. Me plantearon hacer algo distinto, salir de lo normal y me entusiasmé”, relata, como si aún estuviera presenciando el diálogo con los representantes de la delegación. Luego fue su papá quien no dejó de insistirle que averiguara todo en la delegación para ser marino.
“Estoy más que contento con los logros conseguidos. Tengo experiencias únicas, por las que jamás en la vida creí que iba a pasar; por ejemplo, hacer supervivencia en el mar, ponerse a prueba uno mismo; y actividades que se ven sólo por televisión”, destacó.
Recuerda sus primeros días en la Base Naval Puerto Belgrano, con emoción y ansiedad por conocer todo lo que este nuevo estilo de vida le deparaba. “La primera vez que llegué a la ESSA siempre buscaba mirar a la costa a ver si podía ver el mar. Hasta que fuimos a la dársena y pude mirarlo de cerca y se me vino un recuerdo a la cabeza, cuando tenía 5 años y mi papá me llevó a conocer el mar a la costa de San Clemente”.
SU PILAR, SU FAMILIA
Este egreso era como un sueño pendiente, dice, ya que en 2014 fue su primer intento de pertenecer a la Fuerza, “y se lo dedico a mi papá –que es mi padrastro que admiro porque me crió desde que tengo 2 años– que siempre quiso que fuera alguien en la vida y doy gracias a la vida por tener la oportunidad de volver por lo que quedó pendiente”.
“Mis abuelas son parte de este logro también, María Sofía (materna) y Hortensia (paterna) porque viví un tiempo con cada una durante el secundario ya que mis papás estaban en el campo alejados de la ciudad y sus casas estaban más cerca de la escuela”, contó.
“No tenía los recursos para estudiar en mi provincia, así que me inscribí en la Delegación Naval y pude ingresar a la Armada Argentina”, resume Eric, quien emprendió en 2017 más de 20 horas de viaje lejos de su hogar para explorar nuevos horizontes.
Su familia está constituida por sus padres y 4 hermanos menores de 22, 19, 12 y 8 años. “Mi papá es mi referente y ejemplo; trabaja en una farmacia y mi mamá es ama de casa. El hermano que me sigue estudia para oficial de guardia cárcel, mi otra hermana para contadora, y mis hermanitos son estudiantes”, habló de su familia a quienes extraña muchísimo.
De San Juan, Eric extraña las pizzas de su papá, los asados en familia, a sus abuelas y todas las reuniones familiares. Andar en bicicleta, su medio de transporte de chico en la que recorría más de 4 horas para llegar al colegio y hasta llegó a ser campeón nacional. Lindos recuerdos entre viñedos y fincas. “En la Armada vivimos a la distancia y uno piensa en las cosas que no supo valorar entonces; eso es difícil, pero acá estoy muy bien y nada me falta”, enfatizó.
“TENGO OTRA FAMILIA ENTRE MIS CAMARADAS”
El apoyo familiar es un pilar para los aspirantes durante su formación y un vínculo que se fortalece en la lejanía. “Mi familia se puso muy orgullosa con la elección de ingresar a la Fuerza, más que nada mi mamá. Ahora que me recibí soy el orgullo de ellos. Estuvieron presentes en la ceremonia de egreso en diciembre pasado”.
Por las distancias familiares y la integración en los procesos de formación en la ESSA, los cursantes generan fraternos lazos de amistad. Los días en que se extraña el hogar familiar, siempre hay un compañero que se transforma en un amigo para toda la vida. “Tengo otra familia entre mis camaradas que me apoya y ayuda mucho”, comenta Eric.
El futuro que vislumbra para su vida se dibuja sobre los relieves del océano. “Estoy ansioso por navegar; siempre quise sentirlo. Y en mi nuevo destino en el ‘Patagonia’ podré hacerlo”, comenta con determinación. Eric quiere tener experiencia para poder aplicarla a su nuevo cargo en el sector de hidráulica del buque, “somos quienes hacemos el traspaso de combustible a otros buques y las maniobras de cables y guinches a bordo”, explicó.
“Cuando conocí la Flota de Mar quedé totalmente impactado con los buques”, agregó, sin dejar de proyectar su futuro en la Armada: “Espero tener la oportunidad de seguir perfeccionándome y estudiando más a fondo mi especialidad”.
“La Armada en mi vida es todo, hoy por hoy”, comparte el sanjuanino. “Tengo todo lo que necesito, sobre todo muchos proyectos que son posibles de cumplir gracias a la Armada. Estoy seguro que esta es la oportunidad que me da la vida de vivir distinto y soy voluntario para todo”, sostuvo.
“Ya tengo varios amigos que quieren ingresar y les insisto para que lo intenten, acá se aprende mucho y te inculcan valores que te acompañan toda la vida. A todos le diría que lo intenten, porque pertenecer es algo único”, expresó el joven sanjuanino.
“Estoy orgulloso de pertenecer a esta vida diferente, y antes de ascender a cabo primero, quiero hacer la capacitación como submarinista”, concluyó Eric Guevara de San Juan.
Fuente LA GACETA MARINERA, Agradecemos especialmente el envío