Fueron muchas aguas las que pasaron bajo el puente de la humanidad para darle a la psicología su lugar, incluso para que ella lograra su status científico entre las ciencias. En situaciones límites fue la necesidad la que llevó a su asistencia. El coronavirus impregnó y volvió homogéneo al dinámico y heterogéneo contexto mundial , volviendo más cercanas las realidades distantes en materia de sentimientos y pensamientos asociados a la pandemia. La respuesta comprometida de la ciencia psicología a la necesidad de conocernos se volvió indispensable y motivo de consulta periódica a especialistas.
El coronavirus generó un desequilibrio homeostático no solo en la psiquis mundial, también en la economía, la politica, la dinámica organzativa de estados que apelaron a su rol rector en materia de prevención sanitaria. Los países como personas se aislaron e intentan en lo doméstico generar estrategias capaces de frenar o mitigar alta demandas que quiebren la última línea de recuperación: los servicios de salud.
Consultadas las psicólogas Karina Benitez, Alicia Trujillo y Celeste Uñac, coincidieron que la pandemia genera estados de ansiedad frente a la incertidumbre e incide en nuestra calidad de vida «No es miedo es angustia» de no saber que ocurrirá dice un psicólogo que ayuda por las tardes de encierro en una trinchera comunicativa de espacio radial.
Esta cuarentena guarda coincidencia con la cuaresma cristiana, 40 días previos a la Semana Santa donde el hijo de Dios intenta ser doblegado por los demonios del desierto según el catolicismo y conforma toda una preparación espiritual. El coronavirus pareciera unirse a metáfora literaria para hostigarnos con cifras de infectados y muertes, cambios estructurales en las tramas culturas, volviendo significativa la cuarentena hasta aquellos más escépticos.
Alicia Trujillo y Karina Benitez desde sus hogares recomiendan e intentan ayudar con una mirada próxima y coincidente con » un documento de la Universidad de Buenos Aires «
«La situación vinculada con la pandemia es un estresor que puede incidir en nuestra calidad de vida. Algunas de las emociones son miedo, frustración, enojo, ambivalencia.
¿Cómo reconocer estas emociones?
El documento atesora empatia en sus líneas. Miedo: asociado a perder la salud, a la falta de recursos, entre otros generan pensamientos ligados a la muerte propia y familiar, al contagio a otros seres. Estos pensamientos pueden generar reacciones disfuncionales como consumir noticias en forma compulsiva.
La frustración la identifico con la «sensación de pérdida de libertad, de dificultad en llevar adelante proyectos y actividades personales. Puede haber pensamientos del tipo “no puedo hacer lo que hago siempre”, “no
puedo terminar mi trabajo”, “quiero salir y no puedo”. subraya textualmente el documento generado por la UBA . Y atento a ello la consigna es paciencia y generar nuevos hábitos
Aunque no se justifica de ningún modo, la situación del fin de semana cuando se anunció el primer caso de coronavirus en San Juan y que terminó con medidas legales, tiene que ver con enojo. El psicólogo de la radio habla de un mecanismo de defensa denominado «proyección»
El documento de la UBA señala que el enojo: suele ocurrir cuando experimentamos la sensación de que está ocurriendo un hecho injusto. Puede haber pensamientos del tipo “el gobierno tendría que haber cerrado antes, esto no es mi culpa” u “otras personas no respetan la cuarentena y se aprovechan”. Ante estas situaciones la mejor vía recomienda el documento es hacer la denuncia y no exponerse a situaciones violentas.
La ambivalencia, es como no estar conforme en ningún lado , «siento alivio pero me frustro», «estoy seguro en casa pero es injusto no salir»
Consultada la Psicóloga Celeste Uñac, aporta junto a las Licenciadas Andrea Massara y Natalia Paesani un documento muy práctico elaborado por estas horas para sostener cuarentena en contexto pandemia. El documento pone énfasis en la alimentación y las relaciones humanas.
A TENER EN CUENTA
Respetar horarios de sueño, es importante mantener un buen descanso.
Realizar rutina de ejercicios físicos en casa, si tenés patio aprovecha y ejercítate al aire libre.
Compartir los momentos de las comidas en familia.
¡Realizar preparaciones caseras, cocínales a los que querés!
Organizar horarios para evitar picoteos innecesarios.
Respetar las 4 comidas diarias.
Planificar las compras, para salir de casa sólo para aquello que sea indispensable.
Evitar comprar alimentos que no nos nutren. Elegir frutas, verduras, legumbres, lácteos, carnes, huevos, cereales y derivados.
Hidratarnos con mucha agua.
Higienizar todos los alimentos que ingresan al hogar.
Mantenerse en contacto con amigos, familiares y personas de confianza a través de medios digitales, favoreciendo la red de contención emocional
Evitar la sobreexposición de noticias sobre el Covid-19. Acordar horarios del día para consultar fuentes oficiales.
Realizar juegos y entretenimientos en familia.
Hablar con las personas de tu entorno sobre los sentimientos que te genera esta pandemia. Los cambios abruptos pueden afectar nuestro estado emocional, por eso es importante compartir nuestras emociones.
Lee un libro que te guste, o que hayas dejado pendiente.
Aprende cosas nuevas: es una buena oportunidad para hacer un curso online gratuito, alguna receta nueva o manualidades etc
SOLIDARIDAD Esta situación es un desafío para desarrollar la solidaridad. Cuídate y cuida a los demás..QuedateEnCasa
Las especialistas, trabajadoras comprometidas en la salud pública señalan un ítem dirigido a mamá y papá:
Proteger las emociones de nuestros hijos: estar atentos a sus sentimientos y emociones, hablando no sólo del significado y formas de contagio del Covid-19, sino también sobre que les genera esta situación; miedo, angustia, tristeza.
Proteger su salud: generar responsabilidad en el autocuidado y en el de los demás respetando los hábitos de higiene. Colaborar con las tareas del hogar. Transformar la higiene en un hábito familiar.
Recordar que el “Ejemplo vale más que mil palabras” Culminan las especialistas.- Agradecemos
Producción Periodista Gustavo Rey