De ronca voz, la ex fumadora venida de la Mesopotamia Argentina se quedó en Pocito maravillada por su paisaje y su gente. «Imposible quedarme sentada, viendo que la vida pasa y sabiendo que hay mucho por hacer por alguien» dice la política.
Cuando uno observa a Ana, mira la bohemia de la política barrial a la máxima expresión, preocupada por la demanda social, sensible en el dato que maneja la gente, intérprete y vocera de muchos anónimos que canalizan preocupaciones y por lo general «problemas» que ella llama «situaciones difíciles que pasarán»; atenta al prójimo cercano , muchas veces se olvida hasta de su propia salud.
La crisis en diversos sectores de la economía busca en rudimentarias acciones y mucha voluntad la idea de «contener», Ana María Rios comenzó el 12 de Mayo, nuevamente con el comedor merendero a partir de gestiones propias. «Vendo locro y lo que junto lo reinvierto en el comedor»
LOCRO PICHÚ PICHÚ
A mi me gusta el locro PICHÚ, PIHÚ, PICHÚ, con panza, chorizo colorado, panceta, puchero, osobuco, dos colitas de vaca, maiz blanco, porotos, zapallo todo lo que lleva el locro, hacerlo como me gusta pichú pichú pichú… Viste; con las porciones que se venden se vuelve a invertir en el comedor»
La idea de sustentabilidad , Ana la vive a diario. Busca en su proyecto la colaboración de voluntades, «porque proyectar una vida mejor es un tema y deber de todos los que se sumen en este compromiso» Volver sustentable una idea es lograr acuerdos, pelear la calle y conquistarla para que distintas almas se enamoren de lo mismo, conseguir una salsa, una paquete del leche, un atado de acelga, carne molida, la plata para pagar el servicio de gas conforman parte de una lucha silenciosa y diaria, de una artista de la política y artesana silenciosa de la política de la calle.
PARA COLABORAR EN EL PROYECTO DE ANA 2645623771
