Carlos Argüelles, mecánico imputado colaborador y ex miembro de la banda del presunto jefe narco Esteban Lindor Alvarado, fue asesinado este lunes de dos tiros en la cabeza y uno en el pecho en inmediaciones de su taller de Rosario. Fue la tercera vez que sicarios intentaron matarlo, ya que en octubre de 2020 el plan se frustró porque el homicida se quedó dormido. Luego, fue atacado en enero pasado, pero los disparos impactaron en su auto. Hay cuatro detenidos.
A Argüelles le habían ofrecido ser testigo protegido tras acogerse a la figura del imputado colaborador. Eso implicaba sacarlo de Santa Fe. No quiso. “Yo estoy jugado. Sé lo que estoy haciendo y, si no es conmigo, es con algún familiar”, dicen los investigadores judiciales que dijo al argumentar su negativa.
Por el feroz asesinato hay cuatro sospechosos que fueron demorados -tres hombres y una mujer- a bordo de un Volkswagen Fox rojo tras una persecución policial que finalizó en Chacabuco y Villar. Las fuentes consultadas explicaron que se les secuestró una bomba molotov: “Podría tener como destino prenderle fuego el auto que usaron para balear a Argüelles”.
La víctima tenía custodia fija en la puerta de su casa, pero no en la del taller donde fue atacado. Según informaron fuentes de la causa y del gobierno provincial, Argüelles había rechazado el nivel de protección que le había ofrecido el programa de Protección de Testigos, ya que conllevaba que fuera sacado de Santa Fe./INFOBAE