Allí está Don Luis, siempre de saco, elegante, orgulloso de «su academia» su voz es contundente, amena y pareciera que vende el espectáculo que observa su mente » Cristian es extraordinario», como director apasionado de Folclórico Pocito no deja de enjugar su rostro con los primeros zapateos de su pequeño nieto. Olga Zapata de tez blanca y labios rojos carmesí no deja de brindar esos dulces mates que solo allí tienen un gusto especial. Calle San Martin y Chávez Villa Libertad, allí comenzó todo, hace años y este diario fue testigo.
Diaz confecciona alpargatas y sueña a lo grande, el staff que dirige tiene peso propio; Luis no deja de gestionar ayudas para su academia en el corazón de Villa Libertad. Como presentador de un gran circo, Luis enamora en su relato y es capaz de vender ese sueño hecho espectáculo en su mente. El ballet recibe galardones en todos los escenarios, incluso en Laborde; hay un equipo de danzas y un equipo de gestión y producción, miles de maicenitas se hornearon y miles se vendieron , se suman las empanadas, se suman los eventos, el elenco estable del folclórico Pocito viaja a todas las latitudes de la mano de Don Luis Diaz.
«Señoras y Señores, gracias por apoyar a este prestigioso ballet en distintas presentaciones locales, provinciales y nacionales. Como broche de oro de este espectáculo, el malambo se hace hace carne, el zapateo se escucha a lo lejos, la patria se agiganta desde el llano, en hombres y pequeños la argentinidad se siente. Ballet folclórico Pocito se enorgullece en presentar a una figura ovacionada en múltiples escenarios, para todos ustedes Cristian Castro.»
Parece que fue ayer, como el apasionado Luis contagia, al tiempo sus ojos se llenan de lagos… Al término los abuelos, los padres y un equipo de masajistas sacan con cuidado las botas del niño y masajean sus piernas, lo estimula su abuelo con una caricia en el jopo, devuelve el pequeño una sonrisa híbrida y maleba casi visionaria.
Viví buenas y no tantas, cuando se acaba la voluntad de soñar es mejor quedarse con lo que que se ha vivido .. dice el adulto Cristian Castro luego de ganar en Laborde a fines de Enero de este año. Esta vez no zapatea, solo dirige.
La niñez de Castro pasó por el diario, las radios y los escenarios. El cariño comprometido de sus padres. Su adolescencia fue de dolor. Las almas en las que encontraba refugio murieron, la casa de Villa Libertad está silenciosa, vacía, ya no hay nada allí y toneladas de recuerdos. Separación , ausencias de nonos y adolecer convergen en la cabeza de un solitario gaucho que surca eternos y desolados desiertos a lo lejos se escucha » Señoras y Señores…»
Tarde costera, un mensaje llega a la redacción y tiene réplica en el teléfono del director del diario, otrora aquel joven que grabadora en mano sacaba relatos interminables como el de Luis… Pasaron veinte años y no es poca cosa, Cristian ganó en Laborde.
Así fue. Cristian Castro el niño que lleno de vida a sus abuelos y a toda Villa Libertad con logros provenientes del arte ha vuelto del desierto, cuantos fantasmas pasaron por esas tormentosas arenas del tiempo.
Cristian Castro el zapateador pocitano puso en escena a malambistas de élite en exquisitas tablas Laborde Córdoba y ahora lo hará en la Fiesta Nacional del Sol. Luego de este título conseguido por malambistas de Cristian, se puede decir que el niño ha vuelto, el cielo está feliz porque allí un presentador lo imagina.
Por Gustavo Rey
APOSTILLA
20 malambistas de Cristian Castro lucirán este viernes en carruaje de departamento anfitrión Chimbas en el marco del carrusel de la Fiesta Nacional del Sol 2020