20:00 Casa 6 Manzana J de barrio Zaldivar Larrain, el fuego circunscripto en una habitación amenaza toda la estructura. La familia Pelaitay no está en la vivienda, los saltos y ladridos del único ocupante, un caniche, se confunden y pierden en el ruido cotidiano de la vecinal. Finalmente el humo logra asomar y el llamado de alerta acciona al equipo de bomberos voluntarios del cuartel 8.
«En cinco minutos» los bomberos lograron focalizar el perímetro y sofocar el monstruo que no logró despertar del todo. Las paredes están tiznadas, la noche llega con sus sombras y la sumatoria converge en una oscuridad plena; entre las linternas se logra identificar el perro, la mascota de la familia Pelaitay perdió la vida abrumado por la situación, confundido, ahogado, incinerado; como un soldado entregó todo en la batalla; allí está el guardián perdido en el cariño de sus dueños, la casa está triste.
En el lugar trabajaron dos dotaciones de bomberos voluntarios de Pocito, » el origen del fuego habría sido una estufa , se quemó todo lo que había en la habitación, también murió la mascota de la familia, con pronta respuesta del voluntariado se pudo detener el avance del fuego en el resto de la vivienda» dijo el comandante Agustín Moya.
Al llamado acudieron comunales, efectivos de Séptima y en particular miembros de la Subcomisaría La Rinconada, también llegó una tercera dotación del destacamento Rawson que por fortuna no fue utilizada y avanzaron en pericias.
Consultado el titular de la vivienda, señaló » no había nadie, habíamos salido». En el patio de la esquina Héroes de Rinconada y Rey Baltazar, una cama de madera permanece humeante e impresiona; familiares intentan contener desde el afecto, sin embargo todo es confuso, el tiempo se detuvo, la impotencia impregna voluntades y la mirada se vuelve esclava de la nada; en esa esquina aún se escuchan los ladridos de un nuevo héroe, que hizo lo que pudo para salvar su hogar y lo logró.