El capítulo más reciente fue el arresto, el pasado viernes, del obispo Rolando Álvarez, la última voz abiertamente crítica con el gobierno del país centroamericano, que actualmente está en reclusión domiciliaria.
Según explicó en un comunicado, la Policía Nacional de Nicaragua acusa al obispo de Matagalpa, de 55 años, de «organizar grupos violentos, incitándolos a ejecutar actos de odio en contra de la población, provocando un ambiente de zozobra y desorden, alterando la paz y la armonía de la comunidad, con el propósito de desestabilizar al Estado de Nicaragua y atacar a las autoridades constitucionales», cargos que él niega.
Monseñor Álvarez era conocido por denunciar violaciones de derechos humanos del gobierno de Ortega, cuya deriva autoritaria ha sido objeto de críticas de instituciones y organismos internacionales en los últimos años.
Otro obispo crítico con el gobierno, Silvio Báez, se exilió en 2019 después de recibir varias amenazas de muerte./BBCMUNDO/DR