«Luchábamos contra el tiempo cuando los encontramos. Ahora, luchamos contra el agua (…) No podemos arriesgarnos a nuevas inundaciones», declaró el comandante de la misión de rescate de los nenes atrapados en una cueva del norte de Tailandia desde hace casi dos semanas.
El pronóstico es poco alentador: indican fuertes lluvias que podrían continuar durante cinco días y anular los trabajos de desagüe efectuados hasta ahora para sacar a los 12 adolescentes de entre 11 y 16 años y su entrenador, de 25.
Tailandia se encuentra en plena temporada de lluvias y la semana pasada, la lluvia y las inundaciones en la cueva obligaron a interrumpir la operación de búsqueda durante varios días.
Según los equipos de rescate, el nivel de las inundaciones bajó cerca de un 40 % desde el inicio de las operaciones gracias al incesante bombeo del agua y a un tiempo favorable.
Unas 20 bombas de extracción funcionan sin descanso y extraen de la cueva miles de litros a la hora, lo que se traduce en la disminución aproximada del nivel del agua en el interior en un centímetro a la hora.
«Esperemos que las aguas bajen para no comprometer la vida de los niños durante su extracción», apuntó el equipo de buzos voluntarios.
Los jóvenes fueron hallados el lunes por dos buzos británicos a más de tres kilómetros de distancia de la entrada de la cueva, pero todavía se desconoce cómo y cuándo saldrán.
Mientras, están recibiendo clases de buceo, ya que el plan de extracción que tiene más fuerza en las condiciones actuales es que los chicos buceen durante unos cientos de metros a lo largo de estrechos pasadizos con nula visibilidad, pero acompañados de dos buzos y atados a una cuerda que serviría de guía.
