Los agentes de la policía de San Martín encontraron muerto al perito Osvaldo Raffo en su casa de la localidad bonaerense. Las autoridades sospechan de que se mató de un balazo en la cabeza.
El cuerpo del prestigioso médico forense fue descubierto en la bañera de su vivienda por la señora que lo asistía y presentaba una herida de bala en la cabeza. Alertados por un llamado de la mujer, agentes de la Comisaría llegaron rápidamente a la propiedad.
Fuentes policiales informaron que el hombre de 88 años había dejado una nota firmada sobre una mesa en la que decía que «no soportaba más los dolores» de una enfermedad que atravesaba. «No se culpe a nadie de mi muerte. Dios me perdone», agregó en una hoja de papel.
En 2015, Raffo intervino en los expedientes de la muerte del fiscal Alberto Nisman, donde avaló la hipótesis del homicidio.
El perito era el máximo exponente de la medicina forense. Hizo más de 20 mil autopsias y trabajó en los casos policiales de los asesinatos más trascendentes de la historia argentina: Nora Dalmasso, Candela Rodríguez, Angeles Rawson, María Marta García Belsunce, Alicia Muñiz y de Omar Carrasco. Además, participó en la investigación del suicidio del cardiólogo René Favaloro y la tragedia de Cromañón.